lunes, 2 de julio de 2012
Jordi
Una vida no se valora por la fama, las posesiones materiales (aunque muchos ricos y no ricos así lo piensen) o la importancia social de una persona.
Como dice una hermosa canción, la medida de una vida es el amor y el respeto. Cuando se llega a una cierta etapa en nuestra trayectoria vital, la filosofía y las cuestiones trascendentes deben pasar a un segundo plano y uno debe ocuparse de cuidar su jardín. Y lo más importante de la vida que nos toque vivir a cada uno es precisamente eso: qué ha crecido o hemos dejado crecer en nuestro jardín.
Es muy duro hacer crecer las hermosas flores del amor y el respeto y es muy fácil que puedan marchitarse.
Emociona comprobar que algunas personas tienen su jardín lleno de amor y respeto.
Un enorme abrazo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Carlos,eres una persona capaz de captar cualquier sentimiento volatil es el aire.
ResponderEliminarPronto muy pronto te vere y te abraçare contra mi pecho donde escondo lo mas preciado que tengo.
Mi corazón
Gracias, no hago más que reflejar lo que siento (y lo que capto de los demás). Yo también espero ese abrazo. Muchos besos.
ResponderEliminar